Según los últimos avances tecnológicos, tendremos tiempo de saber de cuánta gente está compuesto nuestro cuerpo.
(Fotografía de Olga Shevchenko, desde Freeimages)
Según los últimos avances tecnológicos, tendremos tiempo de saber de cuánta gente está compuesto nuestro cuerpo.
(Fotografía de Olga Shevchenko, desde Freeimages)
Nos advirtieron varias veces y no hicimos caso. ¿Para qué? Si nosotros éramos más inteligentes que ellos. Si nuestras insulsas vidas nos daban derecho a despreciarlos. Si ellos tenían el conocimiento pero nosotros el poder del capital, del consumismo, del desperdicio de los recursos, de la barbarie del acelerado ritmo de nuestras vidas.
Y se cansaron de indagar, de buscar salidas a lo que no parecía tenerlas, de enseñar y difundir la verdad, de comprobar una y otra vez sus teorías con la realidad circundante.
Se aburrieron de ser altruistas.
Y acabaron liberando sus remordimientos por dejar que sus palabras y sus obras cayeran en el olvido, antes de dejar de ser Científicos.
La Pentival V había sido clasificada como Pre-Supernova, pues se había dicho, en los círculos especializados, que era clara candidata, debido a las reacciones observadas en su núcleo mediante un seguimiento analítico de varios miles de años. Y la incoherencia de aquellas afirmaciones había descabalgado de la ortodoxia a propios y extraños, pues se encontraba relativamente cerca el sistema planetario al que pertenecía Curass, cuando la lógica anteponía la inexistencia del mismo.