He cruzado mil umbrales, o más, y aún no he logrado discernir el principio ni, mucho menos, el final del camino.
Ahora espero el siguiente ciclo de mi propia creación, para así liberar de peso mi pasos en el trayecto de la armonía.
Y así sé que es solo una transición.
Y tal vez sea una osadía creer que me integraré en la verdad de todo.
Y me pregunto, siempre me pregunto, si es efímera mi grandeza.
