Me asomo al vacío y veo agua al fondo. Acude el vértigo y caigo.
No sé cuántos días pasarán hasta que me encuentren. Demasiado solitario este rincón de la finca.
No voy a desgañitarme. Intentaré trepar.
El frío húmedo está invadiendo mis huesos. La piel de las manos es un amasijo de arrugas hinchadas.
La luz del día está a punto de desaparecer. ¿Debe ser así la muerte? Lo peor va a ser el dolor.
Y ahora, ¿para qué quiero el medallón en mi bolsillo? ¿De qué me sirve ahora haber aprovechado la ausencia del dueño de la casa para husmear?
No tenía que haberme acercado a esta trampa. Pero nunca había visto un pozo, como los de las fotos, como los de las películas. Mi curiosidad me ha matado.
Ausencia de testigos de mi pecado, ausencia de testigos de mi presencia. Con este calor, ¿quién estaría mirando por su ventana y me vería pasar? Nadie se ha enterado de que estoy aquí. Yo mismo me he sentenciado.
Me toca esperar el entumecimiento. No voy a gritar. ¿Para qué? ¿Para volverme sordo con mi propio eco?
No tenía que haber hurgado en los cajones del despacho. El medallón pesa demasiado.
Me empiezan a doler los moratones que me hice al caer. Ahora ya no noto el tobillo torcido, porque todo yo soy dolor. El frío de este fondo me lo agudiza.
Creo que quiero que acabe ya. Pronto. No voy a llorar. No voy a ponerme a recordar imágenes y momentos felices en mi desdichada vida. Demasiado corta.
¡Qué pena! No voy a pedir a un dios, en el que no creo, que me saque de ésta, y menos aún dar mi palabra de que si salgo vivo me redimiré.
Soy demasiado cobarde.
Quizás en otra vida. ¡Vaya, tiene gracia! En otra vida que quizás tenga dentro de muy poco.
Pero, ¿y si no la hay? ¿Y si muero aquí y ahora y se acabó?
He dicho que no voy a gritar. He dicho que no voy a llorar. Da igual: Nunca digo la verdad.
¡Socorroooo! ¡Socorroooo! ¡Aquí! ¡Aquí! ¡En el pozo!
LA PUTA VIDA, SIN MÁS, título sugerido por Juan Diego Baños de Andrés, también conocido como JuanDeeJay