¿Y si más allá no hay nada? ¿Y si mis esperanzas de volver a verte están basadas en un hecho jamás probado? ¿Y si tenía que haber aprovechado la última vez que te vi? ¿Para pedirte perdón? ¿Pero no solamente con palabras? Temo que tu recuerdo me abandone. Temo tanto al paso del tiempo, implacable, porque el tiempo no será nunca más mi aliado. No volverá jamás a eternizar nuestros instantes sublimes. No volverá jamás a ser testigo activo de nuestro amor.
Sí hay. Por supuesto que hay. Varias vidas más.
Pero de todas formas, ya sabe que lo sientes. Su corazón está en paz. Y el tuyo lo estará cuando te perdones tú, porque su perdón ya lo tienes.