Calla.
No hagas de esto una batalla.
No sigas metiendo cizaña.
Calma.
Pues está contigo mi alma.
Y si no hablas, escuchas.
Mis latidos, no tus quejidos.
Que sabré escuchar tus necesidades.
Y así olvidarás mis nimiedades.
Que sabrás sentirme en tus silencios.
Que los míos serán tuyos, a gritos.
Calla, no hagas que me sienta un canalla.
Calma, que está contigo mi alma.
Querido Jesús.
Las cosas del querer, con tantas formas diferentes como egoístas. El Amor de tallo entero, mira a través de lo amado; por sus sacais. Es como dejar que una rosa marchite en su tallo; o cortarla de su brote natural.
En cualquier caso, ya sabes… «Ladran Sancho, luego cabalgamos»
Felicidades por tú creación.
Un fuerte y cariñoso abrazo de un buen amigo y compañero.
Luis Pareja.