Deseo equivocarme mucho para corregir continuamente el camino. Y a estas alturas, o bajuras, de mi vida, deseo que me critiquen continuamente para demostrarme a mí mismo cuan desapegada tengo mi mente de mi ego, cuan despegado y despejado tengo mi cuerpo de mi libertad de ser, y así demostrar a los demás no cuánto valgo sino cuánto soy.
¡Feliz vaivén!
