Querida hija


Querida hija:
La vida está llena de oportunidades y, aunque creas que la vida se paraliza si no las aprovechas, no es cierto.
La vida es un ciclo continuo de oportunidades, de idas y venidas, de gritos de alegría y de sensaciones de ahogo y desesperación.
La vida es dejarse llevar y tratar de no limitarse a agradar a los demás. 
Siempre siendo uno mismo consigo mismo no te traicionas ante los demás, porque no estás interpretando un papel según las circunstancias ni según los interlocutores.

Como siempre eres tú, no cambias el registro y se notará, ante los demás, que no estás fingiendo. Son los demás los que deberían actuar de la misma manera y aceptarte porque actúas, armoniosamente, como ellos. Es por eso que nunca te encontrarás fuera de lugar, estando con quien estés y estando donde estés.

Ese es el truco para no entrar en depresión por no encontrarse arropado por los demás, porque el «abrigo» lo llevas puesto siempre contigo, siendo real, genuina y sincera.

Te amo.

Papá.

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