Titinac

Imagen de Karin Henseler en Pixabay

28 de febrero de 1993

En esta ocasión, todos, excepto yo, tenían experiencia anterior en la Misión Rama.
Hoy ha dirigido Andrés. Cúpula de protección, relajación (cuyo proceso se me ha hecho demasiado largo), respiración y meditación del quién soy yo.
Todo ha sido llevado a cabo con buenos resultados por mi parte, aunque de la meditación no puedo sacar nada en claro pues no recuerdo nada de la misma.
A continuación, la práctica es canalizada por Eli, que nos señala pautas para convertirse en receptores de posibles comunicaciones mediante la escritura automática. Eli ha obtenido buen resultado pues ha transcrito un mensaje telepático. Andrés y José Carlos también han sufrido movimiento del brazo. Raquel comenzó a dibujar garabatos, pero obtuvo un principio de frase tal como «experiencia óptima». Yo me relajé pero no conseguí poner la mente en blanco, justamente porque no quería verme sugestionado o influenciado por mi imaginación. Al empezar a escuchar el sonido del resbalar del bolígrafo sobre el papel, teniendo como base una mesa de cristal, este esfuerzo por no verme influido por la sugestión se incrementó hasta tal el punto de que, durante un fugaz instante, pensé en levantarme de la mesa y abandonar la reunión.
Me pregunto si las psicografías obtenidas son mentalismos de los supuestos receptores. Pero debo confiar en la gente. No porque no me haya ocurrido a mí debo dudar de los demás, al contrario, debo aprender de sus reacciones y resoluciones. En todo caso, si la comunicación recibida por Eli es un mentalismo suyo, puede existir el detalle en contra de que Raquel, sin saber la identidad de los firmantes o emisores del mismo, coincidió en su impresión de que el principio de su mensaje era emitido por el mismo guía que formaba parte de los cuatro que firmaban el «manuscrito» de Eli, Xendor, y que yo visualicé, por primera vez, a la salida de una meditación, por el túnel de luz que nos vuelve a traer a la realidad, con la presencia de una mujer a la que yo seguía, y que, según me dijeron mis amigos, se correspondía en el color del cabello con otro de los firmantes del mensaje de hoy, y del que yo desconocía su característica femenina, Titinac.
¿Casualidades, figuraciones, imaginación, realidades, verdades?
Aún falta camino por andar.