Jirón del corazón marchito,
timbal del corazón lanzón,
murmuran, y lo hacen bajito,
que yo sufro de algún mal de amor.
Eterna la dicha ampara
al que busca, y da un empeñón
a la vida que se torna gloria,
al que vive engendrando ilusión.
Y la ilusión en mí ya existe
pues en ti derramo emoción,
y aun corazón y al otro les digo
que el tuyo y el mío uno solo son.