Cachetearon su cara para despertarla de una larga pesadilla de cuatrocientos años.
– ¡Bienvenida! Te buscaremos un cuerpo adecuado.
– ¿Qué pasó con el que tenía?
– Lo descongelamos hace doscientos años para curarte el cáncer y, tras fracasar, no aguantó el proceso de recriogenización. ¡No intentes mirar hacia abajo porque sentirás vértigo y terror al vacío!
– Creo que me gustaba más la otra pesadilla.