¿A quién cree que engaña con sus modales tan altaneros?
Sabe que nació en la misma miseria que yo, que viene de la misma ralea y que, por mucho que intente disimularlo, de vez en cuando, le sale el deje.
Ahora viste con ropas caras, habla por teléfonos caros y se codea con gente cara, pero no podrá evitar ser tan barata como todos los demás.
No voy a descubrirla ante ese mundo porque ella misma lo hará y, cuando suceda, yo estaré allí para recogerla entre mis brazos y llevarla, con todo mi amor, hasta el altar.