La pregunta sin respuesta

Los ojos no me respondían.

Los músculos no me respondían.

Los órganos no me respondían.

Y, en el agobio, me pregunté para qué les preguntaba, cuando sabía que no iba a despertarme. 

Jamás.

Image

1 comentario en “La pregunta sin respuesta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s