Acuclillándome. Dejándome mojar por la rotura de las olas. Allí, en la playa de mi infancia. Llorando por el tiempo pasado. Llorando por la pérdida del planeta. Llorando, para que la sal de mis lágrimas se expandiera en aquel mar inmenso, ahora muerto. Un cadáver de agua ennegrecida e insípida.
(Dedicado a Greenpeace)
¡Me encantó!
Aunténtico, doloroso, tal vez, pero real… Me gustó.
Sr. Maldito:
a partir de ahora lo seguimos.
Muchas gracias por compartir con todos, y con nosotros también.
Saludos felinos.
Gracias a vosotros. Saludos archimalditos.